jueves, 17 de diciembre de 2015

COMPRENSIÓN LECTORA

El mago orgulloso

            Era un mago de muy avanzada edad. Sus cabellos eran blancos como la espuma, y su rostro aparecía surcado con las profundas arrugas de más de un siglo de vida. Pero su mente continuaba siendo hábil y despierta y su cuerpo flexible como un lirio. Sometiéndose a toda suerte de disciplinas y austeridades, había obtenido un asombroso dominio sobre sus facultades y desarrollado portentosos poderes mentales.
Pero, a pesar de ello, no había logrado debilitar su orgullo. La muerte no perdona a nadie, y cierto día, Yama, el Señor de la Muerte, envió a uno de sus ayudantes para que acompañara al mago a su reino. El mago, con su desarrollado poder adivinó las intenciones del ayudante de la muerte y realizó un acto de magia:  realizó treinta y nueve formas idénticas a la suya.
Cuando llegó el emisario de la muerte, contempló cuarenta cuerpos iguales y, siéndole imposible descubrir el cuerpo verdadero, no pudo apresar al astuto mago y llevárselo consigo. Fracasado el emisario de la muerte, regresó junto a Yama y le expuso lo acontecido.
El poderoso Señor de la Muerte, se quedó pensativo durante unos instantes. Acercó sus labios al oído del ayudante y le dio algunas instrucciones.
De nuevo, el mago, con su tercer ojo altamente desarrollado y perceptivo, intuyó que se aproximaba el ayudante. En unos instantes, reprodujo el truco al que ya había hecho anteriormente y copió treinta y nueve formas iguales a la suya.
  El emisario de la muerte se encontró con cuarenta formas iguales.
Siguiendo las instrucciones de Yama, exclamó:
  --Muy bien, pero que muy bien.
!Qué gran proeza!
  Y tras un breve silencio, agregó:
  --Pero, indudablemente, hay un pequeño fallo.
  Entonces el eremita, herido en su orgullo, se apresuró a preguntar:
  --¿Cuál?
  Y el emisario de la muerte pudo atrapar el cuerpo real del ermitaño y conducirlo sin demora a las tenebrosas esferas de la muerte.




V        F   
V        F   
V        F   
V        F   
V        F   
V        F   
V        F   
V        F   
El mago era muy viejo pero su mente estaba muy despierta.
Tenía el poder de hacer desaparecer cualquier cosa que quisiera.
Cuando vino la muerte a buscarle desapareció sin dejar rastro.
Cuando vino el emisario se copió en 39 imágenes como la suya.
El emisario de la muerte no pudo saber nunca qué cuerpo era el real.
El orgullo del viejo mago le delató finalmente.
Al final el viejo mago consiguió escaparse en la oscuridad de la noche.
Aunque parezca mentira esta historia es real y sucedió tal como se cuenta.

1 comentario:

  1. Señores estudiantes, su tarea consiste en leer, contestar las preguntas, imprimir y entregar el día de inicio de clases 2016.
    Les deseo felices fiestas Navideñas y un Venturoso año.

    ResponderEliminar